Eva tenía 4 años recién cumplidos cuando una serie de presuntas negligencias médicas nos la arrebataron. Decimos presuntas porque existe, pendiente de resolución judicial, una querella criminal por homicidio contra dos pediatras de La Coruña, que trabajan en el Hospital Modelo y tienen también sus propias consultas: el Dr. Julio González Yebra-Pimentel y la Dra. Mª del Carmen García Cabanas.

viernes, 20 de julio de 2012

[Prensa] Tercer imputado por la muerte de una niña tras una operación



ALEXANDRA MOLEDO| A CORUÑA Hace más de un año que los familiares de Eva Varela, de cuatro años, presentaron una querella por homicidio imprudente contra dos facultativos del hospital Modelo que atendieron a la pequeña en la operación de amigdalitis y vegetaciones a la que fue sometida. 

Tras la declaración en los juzgados de más de una docena de médicos que estuvieron en la intervención citados en calidad de testigos, el juez que lleva el caso ha decidido imputar también al anestesista José Luis Rodríguez Núñez que participó en la cirugía. Otros dos médicos ya habían sido imputados y, en su declaración ante el juez, defendieron las decisiones que adoptaron tras la intervención de la menor. 


Según los abogados de la acusación particular -entre ellos el propio padre de la menor fallecida- aunque la operación se realizó "con normalidad" los valores de sodio de la niña bajaron debido "al suero administrado por el médico anestesista". Los querellantes aseguran que el producto suministrado en este caso estaba "proscrito" desde hace años por su peligrosidad. El padre de Eva, Raúl Varela, destaca que le consta que a día de hoy ese suero glucosalino se ha dejado de usar en el Modelo en las operaciones a niños. El caso se encuentra aún en fase de instrucción y tras los testimonios de los testigos el proceso se completará con la presentación de varios informes periciales por parte de la acusación. 

En su declaración en septiembre pasado, los dos médicos -Julio González Yebra-Pimentel y Carmen García Cabanas- aseguraron que el tratamiento al que la familia atribuye la muerte de la niña ya había sido establecido cuando ellos intervinieron. Uno de los dos pediatras (Julio González Yebra-Pimentel) declaró ante el juez que, cuando había intervenido, la niña ya estaba enferma y con tratamiento. La otra pediatra (Carmen García Cabanas) recalcó que el cuadro que presentaba la niña era grave y con altos índices de mortalidad. Ambos se negaron a responder a las preguntas de los abogados de la acusación por considerar que la familia había emprendido un juicio mediático al difundir el caso en las redes sociales y los medios de comunicación. 

Los familiares ya han entregado a la procuradora un primer escrito de un neurólogo en el que se demuestra la negligencia que cometieron los imputados. Y presentarán un segundo escrito de un pediatra para corroborar que la "niña no recibió un tratamiento adecuado". 

Una vez presentadas todas las pruebas el letrado y padre de Eva espera que el juez de instrucción decida seguir con el caso en una vista oral y no archivarlo, una decisión que calcula que se conocerá antes de finales de año. En caso de que la justicia les de la razón volverán a solicitar las penas que en su opinión deben recibir los imputados por lo que consideran un homicidio imprudente: cuatro años de prisión, inhabilitación de su profesión y una indemnización de 1,2 millones de euros. 

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